Tres causas comunes del dolor de cadera en corredores

Uno de los deportes que más adeptos ha logrado reunir en los últimos tiempos es el running. Cada vez son más las personas que disfrutan de la práctica de este deporte como una rutina diaria y que además se suman a participar en maratones de todo tipo. En consecuencia, también son cada vez más habituales, por parte de este tipo de deportistas, las consultas de fisioterapia relacionadas con el dolor de cadera.

De las articulaciones del cuerpo humano, la cadera es una de las más grandes, pero también es la que soporta una gran parte de la carga del peso corporal, pudiendo llegar a sobrecargarse. Por esta razón, antes de lanzarse a correr, es conveniente mantener una musculatura fuerte que proteja la articulación y mantener una rutina de estiramientos para prevenir posibles lesiones.

En la mayoría de ocasiones, el dolor en la cadera, suele revestir poca importancia y está ocasionado por un exceso de entrenamiento, por correr en superficies duras o por algo tan simple como no llevar el calzado adecuado que amortigüe lo suficiente. Estas molestias suelen mejorar y desaparecer con reposo, pero si persisten, el dolor es intenso o reaparecen al volver a entrenar, es necesario consultar con un especialista para descartar lesiones importantes.

Bursitis trocantérea

Las bursas son como unos pequeños sacos llenos de fluido que se encargan de amortiguar y de reducir la fricción entre las partes de la articulación. El trocánter es un saliente óseo situado en el extremo superior del fémur y en el que van ligados gran parte de los músculos de la cadera. Cuando por una fricción excesiva, una sobrecarga por exceso de kilómetros o por una asimetría en las caderas, las bursas se inflaman, se produce la bursitis trocantérea.

Los síntomas de la bursitis trocantérea son dolor en el lado externo de la pierna que se acentúa al flexionar la pierna a la altura de la cadera e inflamación visible en la zona.

Se trata con reposo y aplicando frío en la zona para bajar la inflamación.

Fractura por estrés

Es una lesión que se produce en la articulación de la cadera y está causada por pequeños traumas repetidos en el hueso. Cuando se producen de forma seguida, el hueso no tiene tiempo de recuperarse y es cuando se produce la lesión que suele ser en el cuello del fémur. Las causas son el sobreesfuerzo, usar calzado inadecuado, no tener una buena técnica de carrera o tener los huesos debilitados por falta de vitamina D.

Los síntomas son inflamación en la zona y dolor en la parte delantera de la cadera y en la ingle.

Se trata con reposo, hielo en la zona afectada, antiinflamatorios y fisioterapia.

Desgarro del labrum

El labrum es un anillo de cartílago que está en el borde exterior de la cavidad de la articulación de la cadera, justo donde se une con la cabeza del fémur. Su función es amortiguar la articulación de la cadera y sellar la unión para ayudar a sujetar la cabeza del fémur. Cuando hay muchos movimientos repetitivos, como puede ser correr largas distancias, cuando se hace un giro brusco o cuando hay tensión muscular en la cadera, el labrum puede sufrir un desgarro o inflamarse.

Se suele sentir un chasquido y un fuerte dolor en la parte frontal de la cadera y la ingle. Normalmente se trata con reposo y antiinflamatorios para reducir la inflamación, si el desgarro es grave se extirpa el pedazo desgarrado mediante cirugía artroscópica.